
Capítulo 1
Los colosos de Medellín

La lucha de los teatros más grandes para seguir en el escenario
Al mencionar las artes escénicas, concretamente el teatro en Medellín, la gente suele pensar en el Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Porfirio Barba Jacob y el Teatro Popular de Medellín. Esto no es gratis, de hecho, va de la mano con que son los que más han recibido presupuesto y que han sido ganadores de diferentes estímulos al arte y la cultura. ¿Cuál es la lucha de estos teatros en el día a día? ¿Y cómo hacen ellos para lograr ser lo que son en este momento? ¿Qué baches se ven en el camino y cómo perciben su futuro?
Estar en el centro de Medellín es estar en los verdaderos anales de la cultura paisa, allí se puede ver al más refinado y al menos cuerdo cruzándose en una acera, al que le vende mango, guayaba, manzana, pitaya y la que le cura hasta los males de amores. Pero si usted verdaderamente quiere saber cuáles son las problemáticas que aquejan día a día a las personas, le invitamos a que se de una pasada por la plazoleta San Ignacio y entre a algún teatro.
Ahora le explicaremos que lo que ellos han hecho no ha sido únicamente por la plata que ha invertido la administración. Se la han tenido que sudar y hacer de todo para poder llegar a donde están. En el caso del Pequeño Teatro, se dieron cuenta de que su público es una especie de comunidad, en esta, hay personas que pueden aportar mucho más que otros, que en
Fotografía tomada por Maria Alejandra Sierra. 2022.
Fotografía tomada por Maria Alejandra Sierra. 2022.
Ubicado al frente del Parque Bolívar se encuentra el teatro Lido cuya promesa de reparación por parte la Alcaldía de Medellín sigue pendiente. Fotografía tomada por Maria Alejandra Sierra. 2022.
Fotografía tomada por Maria Alejandra Sierra. 2022.
conjunto se pueden subsidiar y otros pueden ser beneficiarios. Es así como hace años nació la política de entrada libre y aporte voluntario de este lugar. Usted pide una boleta (que normalmente cuesta 5 mil pesos en tiqueteras o gratis si es en el Pequeño Teatro) disfruta de la función y a la salida si le parece que la obra, el espacio y la actuación valió la pena, puede dar un poquito más según lo que usted considere. O como la gerente administrativa del Pequeño teatro, Catalina Murillo dijo, “Es como un supermercado, uno coge las cositas y a la salida paga, lo mismo es en el Pequeño Teatro, uno consume y luego paga”.
Sin embargo, en otros espacios esta política no ha funcionado mucho, en el caso del Ateneo Porfirio Barba Jacob, Néstor López explica que los teatros por sí solos no pueden vivir únicamente de las taquillas y que es aquí cuando se necesita un apoyo estatal para poder sobrevivir. “En Medellín sí hay una posibilidad”, dice Néstor mientras explica que esta es una de las ciudades de América Latina con más presupuesto para las artes escénicas, el programa Salas Abiertas invierte en alrededor de 30 salas de la ciudad casi 2400 millones de pesos.
Salas Abiertas brinda una ayuda grandísima a los teatros, ¿pero qué pasa con aquellos que se quedan por fuera? Si usted sigue en el centro, lo invitamos a que se de una pasada por el Pablo Tobón Uribe, pero espere, ahí, cerquita, queda Agité, un teatro con el que le respondemos esa pregunta. Su director, Alejandro Puerta nos comentó que ellos se quedaron por fuera de las convocatorias debido a un atraso con los documentos pero que para estos casos la misma comunidad de teatreros cuenta con una ayuda que se llama Salas Consentidas y que consiste en que los teatros que sí pudieron acceder a Salas Abiertas apoyen de forma estratégica a algunos que no y que estos puedan seguir funcionando para el público.